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Capitán Fantástico (Captain Fantastic, 2016) es una divertida y ácida comedia -con toques dramáticos- que permite darnos una idea de lo que pudo haber sido la sociedad estadounidense si hubieran prosperado los movimientos contestatarios de las décadas de 1960 y 1970.
Una pareja con sólida formación académica decide vivir en los bosques de Washington, al margen de los prejuicios sociales, las imposturas, la enajenación, el consumismo. En esas condiciones crían a seis hijos bajo duras dinámicas de ejercicio físico y prácticas de supervivencia; alimentación sana; hábitos de estudio, análisis y argumentación; aprendizaje de diversas disciplinas artísticas.
Bajo esa forma de vida y formación, son inevitables los cuestionamientos a las convenciones sociales y la vida actual en los Estados Unidos.
Forzada por las circunstancias, esta peculiar familia deberá salir de su entorno y confrontarse con la sociedad. El contraste es mostrado con agudo toque sarcástico, exhibiendo a una sociedad indolente, ignorante, superficial, conservadora, decadente, atrofiada por la ingesta masiva de comida chatarra y capaz de abandonar sus valores a cambio de mayor capacidad de consumo.
La trama sirve para realizar una revisión analítica pero jocosa, punzante, de una de las sociedades más enajenadas; de la reacción de diversos sectores en rechazo a los cambios que perturban su estado de confort (asociado al consumo); del comportamiento de un grupo antisistema que raya en lo antisocial al tener dificultades para adaptarse a nuevas condiciones; y de la paradoja inevitable: aún cuando alejarse de la sociedad puede ser saludable, los seres humanos necesitan a la sociedad.
[La película no es una mera hipótesis. Me hizo recordar al menos a tres familias chilangas que conocí en su aventura de romper con los métodos educativos tradicionales. Los resultados en la formación no convencional de sus hijos fueron variables, pero ninguno podría calificarse como fracaso pedagógico.]Capitán Fantástico fue aclamada en el Festival de Cannes, donde Matt Ross, también autor del guión, recibió el premio al mejor director en la categoría Una Cierta Mirada. Por su excelente actuación, Viggo Mortensen fue nominado al Oscar como Mejor Actor.
[ Gerardo Moncada ]