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Internet en México, visiones sesgadas

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6 oct 2015.- Observar el proceso de conectividad y uso de internet en México desde el enfoque de las empresas que brindan consultoría técnica a los gobiernos y a las corporaciones proporciona aspectos de interés para el análisis. Veamos el caso del reporte “¿Qué tan conectado está México?”, elaborado por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), empresa de encuestas presidida por Liébano Saénz, político que alcanzó la cima en el gobierno federal entre 1994 y el año 2000, cuando fungió como secretario particular del presidente Ernesto Zedillo, para luego dedicarse a la consultoría «estratégica».

El reporte se basa en las respuestas de 49 mil 600 propietarios de teléfonos móviles en las 32 entidades del país y en las 76 ciudades más pobladas, lo cual establece varios filtros: desde la depuración de la base de datos telefónica y el sesgo establecido por las preferencias de los usuarios de celulares (como el uso de WhatsApp), hasta la baja consideración de ciudades menos pobladas y de personas que al carecer de telefonía usan servicios públicos de internet. No está de más señalar que la consulta fue realizada entre el 10 de junio y el 7 de julio de este año, tras la marejada virtual de críticas al Gobierno Federal por los escándalos de corrupción y los torpes intentos por dar carpetazo al caso Ayotzinapa.

Con tales parámetros, veamos algunos resultados del GCE acerca de la conectividad en México.

  • Que las edades con mayor conexión a internet son de 18 a 29 años (33.2%), seguidos de 30 a 39 años (22.8%) y 40-49 (20.2%).
  • Que el dispositivo más común para conectarse es el smartphone 39.1% (previsible en una encuesta realizada a celulares), seguido de la computadora de escritorio (34.9%), la laptop (15.1%) y la tableta (5.8%).
  • Que el 47.9% de los internautas mexicanos tienen estudios de licenciatura (¡vaya sesgo en la encuesta!) y 31.1% bachillerato.
  • Que el 47.7% es de clase media baja, el 27.7% de clase media alta y el 23.3% de clase baja.
  • Que lo más consultado en internet son las redes sociales (19.8%), información académica y educativa (17.4%), información diversa (11.6%), noticias (10.6%) y temas de trabajo (6.8%).
  • Que el grupo más numeroso permanece conectado de 1 a 2 horas al día (37.2%), seguido del que está 2-4 horas (21.7%) y el que pasa 4-8 horas (18.7%).
  • Que el 80.5% de los internautas usa a diario las redes sociales.
  • Que sus preferencias en redes sociales son: a) enterarse de lo que hacen amigos/familia, b) informarse de sucesos políticos o públicos, c) compartir denuncias ciudadanas, d) ver y compartir videos/chistes/memes, e) criticar el trabajo de las autoridades, f) enterarse de rumores o chismes.
  • Que las redes sociales más utilizadas son Facebook (74.2%), WhatsApp (12.4%), Twitter (7.4%), correo electrónico (3.4%), Google+ (1.8%) y Youtube (0.8%).

Cada apartado del reporte de esta encuesta cierra con dos preguntas. La primera es significativa por la inducción de la duda: “¿Usted cree que la información sobre temas políticos o públicos que se publica en redes sociales es confiable o no es confiable?” El 62.8% responde que no es confiable.

La segunda pregunta es más adecuada para una encuesta que pretende objetividad: “De la información que usted ve o escucha en TV, radio, periódicos, revistas o internet, ¿a cuál medio le cree usted más?” La respuesta fue: a internet (27.9%), seguido de la televisión (24.8%), periódicos (23.5%), radio (13.4%).

Estos datos son los promedios generales; algunas variaciones aparecen en las diferentes regiones. [El reporte está disponible aquí.]

En la introducción de este documento, Liébano Sáenz se ufana de aplicar la encuesta entre usuarios de celulares. En vez de considerar esto un sesgo hacia un tipo de público, lo considera una innovación: “Comprendimos que el proceso tradicional de encuestas cara a cara apuntaba a la obsolescencia -aunque hoy muchos en nuestra industria todavía aplican el modelo de hace 20 años-”.

Conviene señalar que la insistencia en usar el modelo de hace 20 años tiene una razón: en dos décadas se han profundizado las diferencias sociales y económicas en el país, de manera que si se desea tener un retrato real de México es necesario recabar datos de todos los sectores, incluso de aquellos que carecen de un smartphone.

En este sentido, los datos que maneja el Banco Mundial son contundentes: sólo 44.4 de cada 100 mexicanos tienen acceso a internet. Es decir, más de la mitad no tiene acceso. Esa es la dura realidad de nuestra conectividad. En mejores condiciones que México se encuentran 102 países. [Ver tabla del BM.]

Sáenz también habla de ir más lejos, de “romper paradigmas” para entender las nuevas dinámicas sociales en México. Pero ni siquiera alude a los insuficientes programas oficiales para impulsar la conectividad, programas que han mostrado un declive en los últimos años [ver: La cruda realidad del cibernauta mexicano]. Tampoco hace referencia a fenómenos recientes como la tecnocensura, los ataques con cuentas automatizadas (bots) en Twitter y el hackeo de sitios informativos independientes (Aristeguinoticias, Sinembargo, Proceso).

Omitir estos aspectos impide tener una visión realmente innovadora y vanguardista de internet en México, y acentúa los sesgos en el entendimiento de este entorno.

[ Gerardo Moncada ]

 

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